El Parque Castillo de Bellver ha mejorado su apariencia para convertirse en un referente en la categoría de parques infantiles naturales. Se encuentra en la parte inferior del castillo y es un oasis verde para Palma de Mallorca debido a su zona de pinos y a sus pavimentos naturales como la arena, la grava y el triturado para las zonas de paso. Además, la zona de juegos está construida con madera natural de alerce de montaña, roble, robinia y castaño.
Así, el parque Castillo de Bellver destaca al tratarse de un espacio estudiado para ofrecer una experiencia natural a sus visitantes. En esta línea, cuenta con gran cantidad de árboles y sombras que hacen del lugar un espacio agradable durante los meses de más calor. En palabras de Inés Casanova, arquitecta paisajista de BDU, el objetivo del proyecto era integrar los juegos: “lo que queríamos era mimetizar, que los juegos parecieran formar parte del lugar” y de este modo “sensibilizar a los niños respecto al medio ambiente, de modo que a través de los parques infantiles naturales pueden acercarse a la naturaleza”.
Juegos para parques infantiles situados en dos niveles
El parque ofrece entretenimiento para todas las edades. Por lo tanto, cuenta con dos niveles conectados por un talud y una rampa especialmente diseñada para el proyecto. Los visitantes también pueden bajar a través de uno de los cuatro toboganes o utilizar las rocas que están al lado, las cuales pueden emplearse para trepar. Y no solo eso: los juegos del Castillo de Bellver, mayormente inclusivos, también incluyen juegos accesibles como el tobogán y la grúa para jugar con arena desde, por ejemplo, una silla de ruedas.
Como se observa en las anteriores imágenes, para los niños más mayores, en el nivel inferior se encuentran juegos infantiles de equilibrio formados por los bosques de trepa y el esqueleto de troncos, así como un columpio hexagonal. En la parte superior, dirigida a niños más pequeños, destacan variedad de juegos adaptados a edades inferiores, con una altura máxima de 60 cm. Cerca de ella se sitúa un arenero construido con pequeños troncos de castaño en el que se encuentra la grúa accesible y otros elementos para jugar con arena.
Parques infantiles naturales destinados a regenerar el lugar y la comunidad
La creación de parques infantiles naturales originales y creativos se logra mediante un cuidadoso análisis del entorno, conociendo la cultura del lugar e incorporando un mobiliario que permita una gran variedad de oportunidades de juego. Estos proyectos buscan no solo ser referentes, sino también aprovechar los recursos y aportar una nueva vida a la comunidad.
Un buen ejemplo de ello es el Parque Inclusivo El Laurel. Su paleta de colores terrosos y su topografía asimétrica ayudan a establecer una conexión estética y sensorial entre lo urbano y lo rural. Se utiliza mucho la madera y la arena para que los niños puedan experimentar y conectar con el entorno utilizando uno de nuestros sentidos principales: el tacto.
De manera similar, el proyecto del Salón de Pinos y el parque de Arganzuela aprovechan la conexión con la naturaleza mediante juegos integrados que evocan la sierra madrileña y ofrecen a los niños una variedad de desafíos para estimular su imaginación.
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