El skateboarding tuvo sus inicios alrededor de la década de 1960 en la costa oeste de los Estados Unidos. Desde entonces, este deporte se ha transformado en un fenómeno que empezó practicándose en piscinas y áreas vacías y, en la actualidad, crea comunidades enteras alrededor de los skateparks. Como lugar de encuentro para las personas, el skatepark proporciona un entorno para que tanto jóvenes como mayores, principiantes o expertos, se reúnan y compartan experiencias y consejos sobre el skate y la vida.
¿En qué consiste un skatepark?
El skatepark es una instalación deportiva diseñada con un objetivo: que los skaters tengan una zona específica para realizar trucos o piruetas en condiciones óptimas. Estos espacios están formados por diferentes módulos de hormigón que imitan estructuras presentes en la calle, instalados de manera que permitan a los usuarios moverse a través de ellos realizando acrobacias.
Beneficios de los skateparks
¿Qué sería de un skatepark sin sus rampas, barandillas y escaleras? Los módulos permiten que los skaters se muevan y ejecuten sus técnicas de forma segura, gracias a las superficies lisas. Cuando se les pregunta a estos deportistas qué esperan de un skatepark, muchos coinciden en que deben ser espacios que sumen a la ciudad. Y es que el éxito de estas instalaciones es debido a sus numerosos beneficios.
1. Contribuyen a la condición física y a la salud de los practicantes
El skateboarding, como todos los deportes, mejora las condiciones físicas de sus usuarios. En la actualidad, se realiza menos deporte a diario y se han adquirido hábitos sedentarios debido a nuestro estilo de vida. Por este motivo, es importante ofrecer alternativas a las actividades más tradicionales.
Los skateparks están preparados para recibir a skaters de todas las edades: los más mayores podrán adquirir más agilidad en sus trucos y maniobras, mientras que los más pequeños podrán desarrollar sus destrezas motoras con los diferentes movimientos que se realizan al montar en un skate en combinación con las distintas plataformas y superficies que presenta el parque.
2. Reducen el daño al mobiliario urbano
Los skateparks ofrecen la posibilidad de que los usuarios disfruten de su pasión sin preocuparse de estropear el mobiliario urbano. En este sentido, estas instalaciones consiguen que los jóvenes se sientan reconocidos y apreciados por las comunidades al disponer de un espacio seguro.
3. Lugares aptos para realizar todo tipo de competencias
Un skatepark permite albergar todos los eventos del mundo skater que existan. En este sentido, es normal ver a jóvenes que no patinan, ya que en torno a estos recintos también se realizan otro tipo de eventos culturales, como por ejemplo conciertos.
4. Son espacios que se convierten en un hogar
Para muchos jóvenes, el skatepark se convierte en un hogar lejos de casa, donde aprenden de otras generaciones sobre técnicas de skating y la vida. Además, ganan confianza para poner a prueba sus límites a través del acto valiente de empujar continuamente sus fronteras físicas y mentales gracias al skateboarding.
5. Larga vida útil y bajos costes de mantenimiento
Un skatepark bien hecho puede durar muchos años si la calidad de los materiales es la adecuada. En el caso de los skateparks de hormigón, estos pueden durar hasta treinta años y, además, no requieren un cuidado específico como puede ser la limpieza.
El éxito del skateboarding en los núcleos urbanos
Hace cuatro años el skate recuperó protagonismo al considerarse deporte olímpico. Con el confinamiento se produjo el boom definitivo: tras el encierro, las ventas de skates se dispararon y proliferaron miles de nuevos skaters. Las personas buscaban opciones para poder disfrutar de su entorno urbano a la par que crear nuevas amistades.
Los skateparks integrados, es decir aquellos de hormigón, han sido la referencia en el ámbito del skate durante 40 años. Estos espacios de ocio han evolucionado paralelamente al skateboarding moderno, de modo que cumplen con las expectativas de los usuarios ya que son entendidos como verdaderos proyectos arquitectónicos y ofertan infinitas posibilidades de integración arquitectónica.
Los skateparks de X-Move
BDU trabaja con X-Move para ofrecer unos skateparks de alta calidad gracias a la rápida instalación de los módulos de hormigón prefabricados, los cuales garantizan un patinaje seguro para todos los niveles. Nuestros servicios incluyen proyectos a medida realizados por skaters profesionales, adaptados al entorno y al estilo de patinaje local. Además, también disponemos de skateparks más pequeños con piezas singulares para amoldarse a todo tipo de espacios reducidos.
Las pistas de skate de X-Move consiguen que se desafíen todas las leyes de la gravedad y que se sienta la adrenalina al deslizarse por el hormigón. Ejemplo de ello es la pista de Sant Fruitós de Bages, un proyecto localizado en el Polígono Riu d’Or que cuenta con plataformas de distintos niveles e incorpora elementos como rampas, escaleras, bancos y una zona de volcán.
El complemento perfecto para los jóvenes
El mundo del skate es muy diverso: acoge tanto a jóvenes como a adultos, de toda clase de orígenes. En los skateparks se reúnen personas con multitud de experiencias que se acaban compartiendo entre generaciones y culturas. En este sentido, desde BDU creemos en la importancia de estos espacios no solo parar disfrutar del deporte, sino también para acompañar a los más jóvenes hacia la madurez de una forma responsable y divertida.
Si desea más información sobre los skateparks, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
Desde BDU trabajamos estrechamente con nuestros clientes para integrar juego y bienestar en el entorno.
BDU diseña, distribuye y crea espacios de ocio, teniendo en cuenta el desarrollo positivo a través de la interacción con el entorno natural.