El proyecto del Alamillo culmina un espacio que se erige como el pulmón verde de Sevilla. La Isla de Cartuja cuenta con una zona dedicada al ciudadano, el Parque del Alamillo, que ya era conocido por incluir una experiencia natural completa y, en la actualidad, incorpora renovadas zonas de juego en las que BDU ha contribuido a través del diseño y su implementación.
Buscamos que los juegos actúen como elementos de diversión, activadores de los procesos de aprendizaje, tanto de habilidades motoras como intelectuales, promoviendo la imaginación. Una imaginación que además puede ser compartida con otros niños, siendo los juegos herramientas para fomentar el encuentro, las relaciones interactivas y la integración social.
En el Parque del Alamillo encontramos dos zonas de juego diferenciadas. Por un lado, los más pequeños cuenta con una zona junto al quiosco, orientada a ofrecer diversión controlada sin renunciar al valor lúdico. Así, en ella podemos encontrar casitas, balancines, toboganes, animales y otros juegos para potenciar el uso de materiales naturales como la arena.
Por otro lado, entramos en el área llamada “Jugar entre los árboles”, un espacio destinado a niños y niñas de todas las edades que se atrevan a aventurarse en el bosque de trepa ofreciendo así vivencias completamente integradas con los árboles que abrazan los juegos.
En línea con nuestra filosofía sostenible, ambas zonas apuestan por el uso de materiales naturales en armonía con el paisaje. Por este motivo, están diseñadas para tener en cuenta tanto la organización de los diferentes juegos como la cultura del lugar, potenciando así espacios de sombra y de descanso aprovechando el entorno.
La experiencia de ir al Parque del Alamillo se acerca a la idea de ir a pasar un día al campo. Y en particular a un campo cuya imagen es el de la dehesa, y en la que podemos encontrar un lago como el corazón del lugar. El parque constituye un espacio ciudadano cuya formalización y vivencia se acerca a lo rural y a los espacios naturales antes que a los espacios 100% urbanos.
En esta línea, el proyecto busca trazar una relación con las formas de vida que se dan en el parque o en los paisajes que el parque representa, es decir, la flora y la fauna de los paisajes mediterráneos en general, y en particular de la dehesa. Por ello, las zonas de juego incorporan elementos como ovejas y caballitos de madera, y entre los colores principales del proyecto encontramos los tonos verde y tierra.
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