La Plaza del Rey en Madrid ha sido el escenario de una obra de arte urbana que combina a la perfección funcionalidad, diseño y sostenibilidad. El banco Climbslide 6.8 de MoveArt ha transformado este espacio en un lugar que invita a la interacción, la contemplación y el juego. El Climbslide 6.8 representa una visión compartida de ofrecer arte que no solo embellece los entornos urbanos, sino que también respeta el medio ambiente, crea conexiones entre personas y mejora la experiencia en los espacios públicos.
Va más allá del concepto tradicional de banco urbano. Con su diseño curvo y escultórico, esta pieza de arte funcional invita a los visitantes de todas las edades a interactuar con ella. Los niños encuentran en su estructura orgánica un espacio seguro y divertido para escalar, deslizarse y dejar volar su imaginación, mientras que los adultos pueden relajarse y disfrutar del diseño innovador y la estética única del banco. Esta obra permite que personas de diferentes edades y trasfondos compartan el espacio, promoviendo la convivencia y creando una experiencia de uso compartido que hace de la plaza un lugar de encuentro inclusivo.
La elección de materiales es un aspecto clave en la creación del Climbslide 6.8. Fabricado con madera Accoya, un material 100% orgánico y sostenible, este banco garantiza una resistencia excepcional a las condiciones climáticas y al desgaste diario, manteniendo al mismo tiempo su aspecto natural y elegante. La madera Accoya es conocida por su durabilidad y bajo impacto ambiental, ya que proviene de fuentes sostenibles y pasa por un tratamiento de acetilación que la hace más resistente y estable que otros tipos de madera.
Tenemos una visión compartida de desarrollar mobiliario urbano que no solo sea funcional, sino que también respete el medio ambiente y resista el paso del tiempo. Esta apuesta por la sostenibilidad hace que el Climbslide 6.8 no solo sea un atractivo visual, sino también una pieza ecológica, alineada con las tendencias de urbanismo verde.
