La Plaza Sant Miquel antes era una explanada dura que actuaba como parking con una pequeña área infantil cerrada, y ahora es un espacio pacífico, abierto y acogedor para todas las edades. Los juegos que se ofrecen en la plaza buscan satisfacer una amplia gama de capacidades e intereses de los niños y las familias. Uno de los juegos más destacados de la plaza es la estructura «Acrobatas» de Richter de madera natural de alerce de montaña, que ofrece a niños y niñas oportunidades para juegos tanto de rol y fantasía como de acción.
Además, la plaza cuenta con otros elementos divertidos como trampolines, un tobogán accesible y dunas de caucho. Sin embargo, el juego más icónico es la «Piedra giratoria», que combina el arte con la diversión y permite a los pequeños y adultos experimentar con las leyes de la física.
La transformación de este espacio público es una antigua reivindicación vecinal que favorece la creación de nuevas dinámicas de uso comunitario. En definitiva, la Plaza Sant Miquel es ahora un lugar para crear recuerdos y experiencias inolvidables.
→ Este proyecto se ha hecho en colaboración con el arquitecto Pere Cabrera Massanés y Sara Herrero Matey y ha sido seleccionado en la Muestra de Arquitectura Catalana, que formará parte de una exposición itinerante.
→ Créditos de la primera imagen: Survey Barcelona
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