Un área de juegos infantiles aporta un gran valor añadido a estos alojamientos turísticos, no sólo por las oportunidades de ocio y diversión que ofrecen, sino también porque actúan como un servicio más del propio hotel. Incorporar un parque infantil al negocio turístico significa contar con un elemento atractivo y práctico que sin duda alguna será amortizado por las diferentes familias de huéspedes.
El ejemplo ideal es el Hotel Alp Masella, un alojamiento turístico rural ubicado a los pies de la pista de esquí de Masella. Con los diferentes juegos artesanales de Richter, se ha aprovechado una parte del terreno que envuelve el edificio, ofreciendo un espacio cercano donde los niños pueden jugar mientras que los adultos descansan después de una larga jornada esquiando.
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