¿Qué aporta valor a un espacio? ¿De qué manera se generan proyectos capaces de aportar beneficios a la comunidad y al entorno? Inés Casanova y Micol Biondo responden a estas preguntas a través de su visión como arquitectas y paisajistas de BDU.
Ambas son profesionales del sector con una larga trayectoria, pero también cuentan con la experiencia de ser madres, hecho que les permite conocer de primera mano cómo configurar espacios con valores paisajísticos y lúdicos para los más pequeños. Un factor crucial para, en definitiva, generar comunidades más sanas y felices. Conversamos con ellas para entender de qué manera se entrelazan el urbanismo, el entorno y los juegos.
- En BDU nos gusta acompañar al cliente no solo en la elección de elementos lúdicos, sino también en la aportación de una visión del espacio y del paisaje. Cada proyecto es una oportunidad para diseñar y descubrir espacios emocionantes. ¿Cómo contribuís vosotras como arquitectas paisajistas en la concepción de cada espacio?
I: Como arquitectas y paisajistas nuestra aportación es más nutrida. Tanto Micol como yo somos arquitectas y paisajistas, hemos estudiado una carrera de 5 años de arquitectura y, luego, casualmente, hemos cursado el mismo Máster de Arquitectura del Paisaje en la UPC.
Creo que la unión del paisaje con la arquitectura es lo que da más valor a lo que hacemos. Al ser arquitectas, aportamos en el diseño de los parques infantiles una visión más técnica, más estructural, racional, espacial, e incluso geométrica y compositiva. Como arquitectas paisajistas, además de entender ese espacio, comprendemos el paisaje. Entendemos esos juegos que forman parte del entorno y los componentes ecológicos —como los suelos, el agua, la vegetación, los animales, etc— que son los componentes tangibles. Pero también comprendemos esos intangibles que son los culturales: la cultura de ese lugar.
Por ejemplo, recientemente se ha construido el parque del Castell del Bellver en Palma de Mallorca. Es muy bonito porque es un bosque con muchas sombras e hicimos una gran cantidad de juegos. En el bosque de trepa, los niños pueden imaginarse trepando entre lianas y redes. Lo que queríamos era mimetizar, que los juegos parecieran formar parte del lugar. Los juegos también son un medio para sensibilizar a los niños respecto al medio ambiente, de modo que a través de los parques infantiles naturales pueden acercarse a la naturaleza.
Parque del Castell de Bellver, Mallorca
- ¿Qué determina el éxito de un proyecto? ¿Cuál es el valor añadido de BDU?
M: El éxito de un proyecto está en dar valor a un espacio. Lo que es importante realmente es el valor añadido de BDU: el valor lúdico. Esto se define como la relación entre el parque infantil, los juegos y los usuarios. Los niños como usuarios para nosotros van ante todo. Este es un factor que hay que tener presente durante toda la planificación.
Ahora voy a explicar fase por fase todos los elementos que hacen que un proyecto tenga éxito. La primera fase de un proyecto es la interacción entre el comercial y el cliente. Es él quien va y visita el lugar del proyecto e indaga en todos los factores que nos permitirán empezar con una buena planificación. Estos factores son, si es posible, conocer el presupuesto, conocer el contexto urbanístico, paisajístico y social, las expectativas del cliente y los usuarios y las franjas de edades de los niños a los que nos estamos dirigiendo, entre otros.
A partir de este momento es cuando entramos nosotras y es muy importante la estrecha colaboración con el arquitecto paisajista y con el cliente para que podamos llegar juntos al diseño de un espacio atractivo no solo para niños, sino también para las familias. El cliente con sus deseos y con sus expectativas, y nosotras con el conocimiento y el cumplimiento de la normativa, tanto europea como local.
Es muy importante que todos los factores estén armonizados y se puedan fusionar en la realización del proyecto. Ahora bien, si tuviera que destacar los valores de BDU, destacaría el uso de materiales naturales de alta calidad. Utilizamos mucho la madera natural, sobre todo alerce de montaña, que proviene de bosques sostenibles regulados en la región de Austria y esto garantiza la durabilidad, la estabilidad y la seguridad.
Un factor importante diría que es garantizar el valor lúdico y para nosotras es muy importante defender el desafío y el riesgo como factor positivo. Otro punto importante es la inclusión y la accesibilidad para todos. Y para terminar, pero no por esto menos importante, lo que garantiza el éxito de un proyecto y la durabilidad en el tiempo es un buen mantenimiento de los parques infantiles.
- ¿Creéis que todavía hay un largo camino por recorrer respecto a la concepción paisajística de los espacios de ocio? ¿Por qué hay que apostar por esta visión?
I: La visión paisajística es clave para contribuir a ser un proyecto integral desde el punto de vista económico y sociocultural. Por ejemplo, desde el punto de vista ecológico es importante que sembremos árboles en los espacios para poner sombra, mejorar la calidad del aire. Son importantes también los arbustos para delimitar estos espacios, así como introducir el agua. Entendemos el agua como elemento importante para el riego o para refrescar, pero también como elemento lúdico: el agua para jugar.
También hay que repensar los tratamientos de superficie, escoger elementos y materiales naturales y porosos que permitan hacer estos espacios más frescos y para jugar, como en el caso de la arena, la cual tiene ese valor lúdico.
Hay un largo camino para los arquitectos paisajistas porque tenemos que pensar en reutilizar antiguos espacios de la ciudad o espacios que no se utilizan y ser más originales. Tenemos que pensar en juegos integrales con los que podamos satisfacer los 5 sentidos, juegos musicales para oír, para tocar o para oler.
Estamos compitiendo en esta era digital. El reto de los paisajistas es que los niños, en vez de quedarse en casa frente a un videojuego, salgan a jugar al aire libre. Con el COVID había una necesidad de salir a la calle lo antes posible y preferir las áreas verdes y las áreas abiertas para jugar por un tema saludable, pero también porque van a satisfacer a los niños. El juego va a satisfacer habilidades motoras, habilidades intelectuales, de autonomía…Se evidencia que todavía hay un largo camino por delante en estas ciudades.
- En el desarrollo de vuestra etapa laboral actual, ¿qué es lo que más disfrutáis?
M: Me gustaría poder explicar cómo he llegado hasta aquí y qué es lo que nos gusta hacer juntas. Cuando llegué de Sicilia a Barcelona había terminado mi licenciatura de arquitectura, y en mi primera experiencia como arquitecta descubrí que podía hacer arquitectura no sólo con hormigón, sino también con vegetación. Y fue entonces cuando me aficioné a la arquitectura del paisaje. Tras unos años llegué a BDU y descubrí que, además de hacer arquitectura del paisaje, podía ser diseñadora de juegos y podía realizar espacios lúdicos. No hay nada más creativo. Cuando diseñamos juegos, imaginamos la emoción de los niños cruzando un puente, saltando de una estructura a otra o bajando un tobogán. Durante la obra, los niños están detrás de la valla esperando el día que se abre el parque. Lo que da más sentido a todo y lo que más nos motiva es ver la sonrisa y el entusiasmo de los niños cuando por fin pueden disfrutar y entrar en el parque. Por supuesto, también la felicidad de los padres viéndolos jugar.
I: Yo comparto lo que ha dicho Micol, pero tengo que ser sincera: lo que me gusta de mi trabajo es el día a día. Hacemos el trabajo con mucho amor, muy apasionadamente. Y es ese día a día de sentirnos útiles: diseñar y distribuir los juegos en un espacio, que el cliente quede contento, que nos ayudemos con ese trato cordial y trabajar con personas humanas de valor. Eso no tiene precio. Es lo que más me gusta. Además de la satisfacción de ver a los niños contentos, por supuesto, pero al estar 8 horas diarias trabajando creo que es importante sentirse bien con lo que uno hace y el equipo de trabajo.
Si deseas más información sobre nuestros proyectos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Desde BDU trabajamos estrechamente con nuestros clientes para integrar juego y bienestar en el entorno.
BDU diseña, distribuye y crea espacios de ocio, teniendo en cuenta el desarrollo positivo a través de la interacción con el entorno natural.